jueves, diciembre 14, 2006

Déjà vu

Lo ya visto. El déjà vu es, según nos explica Trinity, un fallo en Matrix. Pues bien, hace unos días hubo un fallo en Matrix. Como recordaréis, y si no, para eso estoy yo aquí. Movistar, tras cambiar su logo y sacar esa "M" logo pastilla éxtasis (qué lejos quedan la popeye y la mitsubishi) siguió con su desembolso en publicidad que, como supondréis, es de las mayores de España.

Pues bien, una de sus campañas, ahora continuada en Navidad, se basa en el lema "Dale alas a tu..." y la representación de esa idea la plasmaron poniendo detrás de las personas la "M" de Movistar. De tal manera que ésta eran las alas. Una idea ocurrente, pues no recuerdo que McDonald'd la haya usado nunca. Claro que, ¿desde cuándo puede volar una patata?

Sin embargo, el fallo en Matrix viene cuando así, por casualidad y sin pretenderlo, uno se percata de que la comunidad de Madrid se promociona turísticamente con la misma idea de Movistar. Usando la "M" de Madrid a modo de alas angelicales...

Inquietante
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Pero si sois amigos de lo inquietante y lo misterioso. Preguntáos qué hace un libro de Jhon Kerry (careto incluido) en la publicidad del Trío de Telefónica. El libro se puede ver en la estantería que está a la izquierda de la familia protagonista. Si aún sigue, podéis obervarlo en la parada del 162 de Moncloa (Madrid). No hay foto porque ese día, justo ese día, no llevaba la cámara.

Ti to ta tin to tin to tin to tin
ACTUALIZACIÓN
Todo está en los libros, como dice "Mariano, Mariano". Todo está en internet y uno de los lugares donde buscar es en Youtube. Ahí podemos ver el anuncio del trío al que hago mención. Os dejo el vídeo y el fotograma donde se aprecia el libro. Lógicamente, se ve mucho mejor en un formato gigante en la parada del 162, pero menos da una piedra, lectores míos.
Vídeo

Fotograma

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(pincha para ampliar)

martes, diciembre 12, 2006

Chicles Orbit y el efecto Aquarius

¿Recordáis los primeros anuncios de Orbit? Eran aquellos en los que se nos repetía que con dos chicles de Orbit después de las comidas reducíamos la creación de la placa en nuestros dientes. Los anuncios en TV, si no recuerdo mal iban por esa línea. Los protagonistas eran dos personas donde la una solía recomendar a la otra el tomar los Orbits.

La verdad que el público objetivo de esas campañas y estos chicles Orbit eran los tipos y tipas que sin tiempo para nada tenían que comer fuera y no podían cepillarse los dientes. Así que, qué mejor manera de mantener la boca sana, aseada y presentable que comiendo dos Orbits. No uno, dos. Que en esto los Orbit hicieron como los Petit Suisse (Ahora Dino o algo así).

¿Por qué el efecto Aquarius? Si recordáis bien, la campaña de Aquarius tras las primeras en las que se dirigía al mercado de bebidas isotónicas para deportistas y gente sana, incidía en el hecho de que su producto, sin ellos pretenderlo, había traspasado su mercado y los consumidores que no se ajustaban al perfil del producto lo habían adoptado como una de sus bebidas habituales. Recordad que Aquarius llegó a decir aquello de "Ha llegado el fin del Marketing, llega la era Aquarius" (Ver anuncio). Por qué, porque la gente hace lo que le da la gana y ponían como expresión de la máxima libertad a Justo Gallego (Ver anuncio). "El ser humano es imprevisible".

Ahora, esto que Aquarius ha adelantado le ha ocurrido también a Orbit. Sus sticks o paquetillos de chicles se quedaban cortos para el éxito que han tenido. Ahora han sacado, con fantásticos anuncios en TV (el oficinista loco y la pillada a la parejita), un formato nuevo y aparentemente absurdo. Un paquete de chicles con 70 unidades. Toma chicles. El bote este en cuestión es de una practicidad absoluta. Permite a sus consumidores tenerlo en su lugar de trabajo y despreocuparse por andar comprándolo siempre... que no es por el precio, es por el coñazo que supone ir a comprar chicles.

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Siguen, por supuesto, con sus sticks y paquetes de cinco paquetes; pero a mí, el de 70 grageas me parece una idea genial. Un éxito seguro porque lo puedes llevar en el coche, tenerlo en el trabajo, en casa... en fin. Que te importen o no los dientes, que eso es una chorrada, tienes chicles para lo que tú quieras y cuando tú quieras. Sin duda, libertad.
Fantástico y maravilloso. Es el efecto Aquarius.

Sigo pensando...

Correos nos toma el pelo

Esto que véis a la derecha es el tríptico que Correos nos ha hecho llegar a nuestras casas. Bajo la petición de que ayudemos al cartero, nos invita a indicar en nuestros envíos postales el Código Postal. Apoya esa petición en un texto donde nos dice:

"Para tener un servicio postal más rápidom eficaz y seguro.
ESCRIBE SIEMPRE EL CÓDIGO POSTAL EN TUS ENVÍOS"

Sin embargo, a mí esta publicidad me parece una falta de respeto al usuario. Y diré porqué. Si Correos me envía esto es porque ha detectado que muchos sobres van sin Código Postal. El Código Postal es un numerito que se corresponde con una determinada zona geográfica, lo que agiliza la clasificación del correo; ya que así los funcionaios no tienen que buscar si Bulnes es de Asturias o Cantabria. Probablemente ya no se les exija conocerse el mapa de España como la palma de la mano como a mi padre, que se sabía todas las estaciones de tren de España (sí, como el tipo del Qué Apostamos) y colocar en el mapa cualquier pueblaco desconocido. Eran otros tiempos, donde la tecnología, pues bueno, no existía.
El Código Postal, realmente, sólo ayuda en una primera fase de clasificación, ya que al cartero se le da su saca (ahora carrito, por fortuna) y a patearse la ruta entregando las misivas.
Que Correos nos diga a los usuarios que pongamos el Código Postal, porque así ayudamos a los carteros me parece de risa. Apelan a nuestro corazoncito... como si así fuéramos a reaccionar. Creo que la ayuda que pueda necesitar el cartero no pasa, precisamente, por el Código Postal, sino por la correcta dirección que se ponga; así como que el portal, el piso y la letra, coincidan con la persona a la que dirigimos el sobre. Eso es lo que puede ayudarles, además de más sueldo y otras cosas que los respectivos sindicatos sabrán.
Luego, tras apelar a nuestro buen corazón, nos trata de tontos al plantarnos un "croquis" de cómo se debe colocar el Código Postal. Para ello usa una especie de sobre y dos pueblos patrios. Tomelloso y Comillas. Toma pueblos conocidos para los españoles. ¿No hubiera sido más fácil poner Santander y Ciudad Real? O más práctico aún, Tu Dirección Tu Código // Su Dirección Su Código. Así, seguro, seguro, que ningún torpe mandará sus cartas con los Códigos Postales de Comillas y Tomelloso, que hay mucho torpe que se piensa que a partir de hoy las cartas han de llevar esos datos...
Porque si algo falta en esta publicidad de Correos es una explicación de lo que es el Código Postal, de su utilidad e importancia. Pero lo que realmente falta, pese a la cantidad de espacio existente, es informar al usuario de dónde puede consultar los Códigos Postales.
Esta es mi propuesta para Correos.
"Para que tus envíos sean lleguen más rápido a quien tú quieres, no te olvides de poner el Código Postal. Si no lo sabes, llámanos o consulta nuestra web".
Sencilla y sin mareos. Y sobre todo, sin engaños. Incluso se puede explicar lo que pasa si no se pone el Código Postal. "Las cartas pueden extraviarse. Queremos serte de utilidad, ayúdanos a mejorar nuestro servicio: no te olvides de poner el Código Postal".
La última foto del tríptico, esa en que se ven las cartas en una cinta mecánica... da un poco de inseguridad... ¿no os parece? El texto que le acompaña no contribuye mucho a pensar que Correos esté intentando humanizar el servicio y, por ello, echar un cable a sus carteros y empleados. Ya se sabe que a más máquinas menos personas.
Cierra el tríptico el logo (algo cambiado, no recordaba a la "C" enculando a la "O") y el habitual teléfono de información al que te invitan a llamar para ampliar información. Y yo me digo, con todo el papel que habéis usado... ¿no podríais haber puesto más información vosotros?
Por cierto, si queréis saber el Código Postal vuestro o de vuestros destinatarios Correos tiene una página web muy buena donde podéis hacerlo, pincha aquí y averigua tu Código Postal.
Capón para Correos por tratarnos de tontos, no dar la información que tenía que dar y por incluir, como es habitual, una información que no va con el tema: "El 250 aniversario del nombramiento del primer cartero". ¿Qué tiene que ver eso con los Códigos Postales?
Ah, y otro capón por el anuncio televisivo y de MUPIS de la maqueta y los japoneses. "Entre esto y esto. Correos" o algo así...


Manifestación de funcionarios de Correos pidiendo un salario digno

(¿Ayuda a tu cartero?)

Sigo pensando...

sábado, diciembre 02, 2006

El semáforo con cuenta atrás

Oviedo es una ciudad impresionante. Yo diría incluso que vanguardista. No es que vayamos vestidos en plástico reaprovechando nuestras excreciones como los personajes de Dune (que guarrindongos, pero qué buena idea para cuando no haya agua...), o nuestros coches se eleven sobre el asfalto, nuestra comida sea minimalista y esas cosas, no. Ocurre que Oviedo es una gran ciudad pensada para los ciudadanos, para que puedan, no sólo vivir en la ciudad, sino también disfrutar de ella. Después de esta publicidad gratuita, aquí os pongo el vídeo (un poco mal grabado... Qué queréis, no soy Ed Wood).



Aprovecho la ocasión para contar una de estas anécdotas curiosas en torno al mundo de los semáforos, son dos:
a: ¿Dónde está el pájaro?
b: ¡Mira, se mueve!

a: Una compañera de trabajo que venía de Colombia, en uno de esos ratos de confesiones, nos confesó a todos que ella nunca había oído allá en su tierra que los semáforos pitasen (lo cual me chocó). Al llegar a Madrid, un buen día se percató de que un pajarillo sonaba cerca de ella. Y claro, en plena ciudad, con tanto coche, ¿qué dulce pajarillo podría piar tan bien y tan contento? Por más que lo buscó no lo encontró. Y de vez en cuando callaba y volvía, al rato, a piar. Este misterio la tenía tan, tan mosqueada que un transeúnte, atento a la jugada y con algo de sorna madrileña le desveló el misterio... Colores rojos a las mejillas, y pasa que el pájaro pía.

b: Caminaba yo por Oviedo, qué gusto caminar por Oviedo, oigan, cuando un grupito de cuatro personas cruzaba una calle. Que eran turistas no lo supe hasta que a uno de ellos le oí decir, todo emocionado a su esposa: "¡Mira, se mueve! ¿Y qué es lo que se movía? El muñequito verde. En Oviedo, los semáforos, además de llevar el pajarito dentro y piar sólo cuando pasa un ciego cerca, incorporan la pijada del muñeco moviéndose, que no es más que eso, porque no tiene ninguna utilidad, pero como diría Galileo: "Y, sin embargo, se mueve".

Sigo pensando...

Actualización 14-12-2006
Gracias a vosotros ya podemos saber que hay estos semáforos en las siguientes ciudades españolas. Burgos, Salamanca, Las Rozas, Granada, Benalmádena y Oviedo. Anímate y dinos dónde más hay estos semáforos. (Gracias Mario, Miguel y Nieves por vuestras aportaciones)