La paradoja budista

Ayer un amigo me comentaba lo que su madre había escuchado en la conferencia un maestro lama español. Ya ven que esta frase es todo un ejemplo de marketing boca oreja. Según el lama la publicidad era una de las causas del sufrimiento de la gente. Pues ésta les generaba necesidades irreales.

(Cualquier puntualización a estas palabras será bienvenida y agradecida).

A mí, que me gusta la publicidad y quiero vivir de ella, la única cosa que me viene a la cabeza cuando oigo ese tipo de declaraciones es la siguiente: ¿si no hubiera publicidad habría ido la madre de mi amigo a escuchar al maestro lama? No, porque, probablemente, no se hubiera enterado de que ese hombre iba a estar en el auditorio tal día, tal hora y para hablar de tal y cual cosa. Eso, aunque muchos lo llamen información a secas, no deja de ser publicidad.

Sigo pensando...